Ciclismo urbano: ¿Cómo circulas por la ciudad?




Cuando llega el invierno no queremos perder la forma. Por este motivo, buscamos las alternativas deportivas que mejor se adapten a nuestro ritmo de vida. ¿Este año no puedes ir a la montaña o salir de la ciudad con la bicicleta? Esto no es problema. Las calles de tu lugar de residencia pueden ser perfectas para la práctica del ciclismo urbano.

Ve a trabajar en bicicleta

Sea verano o invierno aprovecha la distancia que separa tu casa del trabajo para ejercitar tu cuerpo. Saca partido a las conexiones con el metro o el autobús para ganarle tiempo al reloj y viaja con tu bici por la ciudad. Con esto no solo estarás en forma sino que además evitarás las molestias del tráfico en las horas punta.

Circula por los carriles bici señalizados y ataja mucho más que si fueras en coche al trabajo. Si hay zonas donde estas zonas no existen aprovecha los carriles para taxis y autobús para circular. Evita siempre los carriles transitados por coches, no solo porque son más lentos, sino porque pueden resultar más peligrosos. Si no te queda más remedio que quedarte por el verano en la ciudad esta es una de las mejores maneras de liberarse un poco.

Qué bicicleta elegir para la ciudad

Una opción muy interesante son las bicicletas plegables. Estos vehículos de dos ruedas son muy polivalentes. Con ella no solo podrás moverte por la ciudad con total comodidad, sino que además son ligeras y perfectas para meterlas en el metro o autobús, así como para no tener que dejarlas en la calle, siendo atractivas para su robo.

Esta es la bici urbana perfecta además porque:

  • Ocupan poco espacio.
  • Son ligeras para su transporte en la mano.
  • Son prácticas y funcionales para los desplazamientos diarios por ciudad.
  • Sus ruedas de 20 pulgadas son muy resistentes, lo cual las hace más manejables en perímetros pequeños que las ruedas de las bicis convencionales de 26 ó 28 pulgadas.

Hidrátate bien

Para andar en bicicleta y aunque sea por ciudad es muy importante hidratarse adecuadamente. Sobre todo en verano. Para el invierno y en distancias cortas, es suficiente con que lleves una botella de agua mineral, pero, las altas temperaturas del verano hacen necesario que además consumas bebidas isotónicas que te permitan recuperar las sales minerales perdidas por el esfuerzo y el calor.

No importa, que tengas que usar la bici por la ciudad. Pronto te adaptarás a circular con ella sin problema.