Beneficios de las sales minerales: cómo y cuándo tomarlas




Las sales minerales son sustancias naturales que están compuestas por partículas cargadas positivamente y partículas con carga negativa. El calcio, el fósforo, el azufre, el potasio, el sodio, el cloro, el hierro, el zinc y el magnesio, son elementos muy importantes para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Así es cómo y cuándo debes tomarlas.

Las sales minerales en el deporte

Estas sales minerales, que hemos mencionado anteriormente, son necesarias para nuestro cuerpo en cantidades relativamente altas, superiores a 100 mg/día. Sin embargo, se necesitan otros minerales en cantidades relativamente bajas, llamados micronutrientes. Estos son, por ejemplo, el hierro y el zinc.

Está demostrado que las sales minerales aumentan el rendimiento tomadas antes de las competiciones o entrenamientos. Su cometido es reponer los electrolitos perdidos durante el ejercicio a través del sudor y la orina. Especialmente, durante deportes de fondo, como ciclismo, running, triatlón, natación y trail.

Un déficit en sales minerales puede suponer la aparición de calambres musculares por falta de hidratación.

Complementos de sales minerales

Existen en el mercado una suplementación basada en la composición de varias sales minerales, tales como el sodio, el cloro, el potasio, etc. Generalmente, estos compuestos se diseñan para que sean consumidos cada 1 ó 2 horas aproximadamente de ejercicio, si la duración total va a superar al menos una hora de ejercicio.

Este consumo dependerá además del grado de sudoración de la persona, así como de la climatología. Por este motivo, también es importante tener en cuenta el calor y la humedad del sitio donde se vaya a realizar el esfuerzo.

Lo más recomendable es tomarlas con una gran vaso de agua, para evitar problemas digestivos, y en la última comida antes del entrenamiento. Una buena idea es tomarlas en el desayuno, ya que se aprovechan mejor sus beneficios.

Si nunca antes has tomado este tipo de suplementación te aconsejamos que empieces por tomarla solo una vez al día y con el desayuno. Con el paso del tiempo podrás ir aumentando la dosis poco a poco. Por ejemplo, tomándola también a mitad de tu entrenamiento.

En el caso de que tengas por delante una jornada larga de esfuerzo, como una ruta en bici, procura llevar contigo siempre una cápsula de sales minerales. Nunca sabemos cómo va a responder nuestro cuerpo ante determinadas situaciones.

Esta es otra manera de mejorar tu rendimiento durante tus competiciones.